El último enredo (Parte 2) Y no por eso es menos buena que la primera...
Creo que me había quedado en mi gusto closetero por las chicas tomboy y todo eso que mencioné de la actitud. Ah, ya recordé... En que par amí no hay nada más excitante que una mujer dominante...
Y pues, continuando con esa historia. Para que puedan entenderme un poco mejor, ponía atención a mi novia, y me daba cuenta de que ella me gusta mucho porque es guapa, bonita, siempre huele bien, de hecho, muy bien... Porque me encanta platicar con ella y una gran lista de características más. Pero lo que más me encanta, y eso que me vuelve loca es su actitud... Su actitud y carácter fuerte, me enreda que sea doce años mayor que yo... Y hasta hace poco le confesé que me gusta más cuando anda en jeans rectos, playera, gorra, cara limpia, sin maquillaje y me atrapa firmemente entre sus brazos, y esa mirada tan "gay" que tiene hacía mí. Sí, sí, sé que uena de lo más tonto pero créanme que nunca había tenido una novia así...
Entonces, este fue como mi primer descubrimiento de esta silenciosa investigación sobre mi identidad y preferencia sexual. Al pasar de los días hasta comencé a buscar fotografías, suena de risa y la verdad es que sí me da mucha risa... Pero comencé a buscar fotografías de hombres guapos e imaginando situaciones diversas, sólo para preguntarme si me sentía atraída... Y después de un largo tiempo de buscar, no fue así. Quise compararlo con mis emociones, sentimientos y sensaciones hacia las mujeres, así que comencé a buscar imágenes artísticas, y ni siquiera necesitaba que fueran famosas, ni de cuerpos "espectaculares", no necesitaba nada... Sólo pensar en la silueta de una mujer, en sus formas, en su aroma, en la suavidad de su piel, en su fortaleza ante esta dura sociedad. En su rudeza cuando se trata de defender, en el ceño, en las cejas, en los labios... Y bueno, no tardé mucho tiempo en definir que efectivamente, soy lesbiana.
Cada que lo digo no puedo evitar sonrojarme, y hasta la fecha sigo tomando un trago de agua para calmarme.
Y bueno, conté esta aventura a algunas de mis amigas, de mis mejores amigas claro. Y así lo he ido introduciendo poco a poco a mi vida, hasta que dejé de pensar en eso... Por un par de semanas más hasta que...
En mi trabajo me invitaron a participar en un diálogo para conmemorar el día de la visibilidad lésbica, y cuando recibí esta invitación debo decir que sentí como todo mi cuerpo se calentó y me sonrojé mientras escuchaba cada palabra. Sonreía sin saber qué hacer, afortunadamente la invitación fue vía telefónica, así que pude quedarme boquiabierta por un par de minutos sin que nadie lo notara... Y sin más, tomándolo como un reto personal decidí aceptar, porque creo que es una señal, creo que es algo que me faltaba para admitirlo. Creo que me faltaba estar en un lugar donde los demás me vieran o me escucharan y simplemente ser yo misma.
Y lo primero que hice después de aceptar fue enviar un mensaje a mi mamá... Con total nerviosismo, aun cuando mi madre sabe que tengo una relación con una mujer. Sentía que era algo que tenía que decirle, sé que fui demasiado lejos pero pensé en qué tal si esto llega a ella. ¿Cómo se sentirá al respecto? ¿Qué comentarios recibirá de la familia? ¿Sentirá que solo la avergüenzo?
No puedo transmitir lo que sentí a partir de esto, pero puedo compartirles que hicimos una videollamada con las chicas que participarán, y tuve una sensación de alivio, y aunque estoy en grupos de facebook, y claro que tengo otras amigas que son lesbianas, pues no me había atrevido a pensarlo como es.
No me había detenido a pensar que en realidad amo a esta mujer, y que puedo tener una vida al lado de alguien, casarme, tener hijos, sin tener que esconderlo en el clóset. Tengo la responsabilidad de perseguir mis sueños, y defender mi vida ante mi familia y ante la sociedad. Debo conscientizar a mi familia de que tengo una novia, no una amiga cercana, de que quizá quiera casarme y de que mis papás van a tener una hija casada con otra mujer, y si eso no les gusta, pues ya no puede ser un motivo de impedimento. Y que si reciben comentarios negativos sobre mí, tendrán que ignorarlos, o responderlos de la mejor manera, pero ya no puedo seguir inventándome historias, y no puedo dejar de decir que soy algo que esencialmente soy, ya no puedo evadir esa responsabilidad de encargarme en su totalidad de mí.
Tampoco me había detenido a pensar que soy lesbiana y que debo amarme como soy, y que si un día me gusta algún otro género pues estará bien. Pero debo aceptar lo que soy hoy en día, como primer paso para mi evolución como ser humano.
Debo ser visible y debo defender quien soy y lo que quiero. Debo hablar, gritar, pelear, ser... Sin que nada ni nadie me lo impida.
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