Una simple carta de amor.
Es esta sensación de conocerte tres vidas atrás. Es la necesidad de tenerte cada día entre mis brazos. De que la noche concluya y de inicio a la mañana mientras siento el calor de tu vientre entre mis dedos. Mientras subo mis manos con ternura y acaricio lo que llamas pancita.
Eres adorable, eres insuperablemente tierna y adorable. Cuando ríes, cuando juegas, cuando te observo a escondidas mientras vemos el final de alguna película sentimental y estás ahí intentando contener tus lagrimas mientras tus ojos se enrojecen. Cuando te enojas y eres testarudamente cuadrada, y que no puedo hacerte cambiar de opinión. Cuando te hecho enojar y no sé como remediarlo...
Eres bella en todas tus maneras, en todas tus versiones y proporciones. En tus palabras y en tus silencios.
Eres bella cuando me tomas entre tu cuerpo. Cuando me abrazas y encuentro tu mirada...
Eres fascinante. Esos tatuajes entre tus brazos que me enloquecen. Ese rostro que no me importa como vean los demás, para mi eres la mujer más atractiva.
A estas alturas ha dejado de importarme lo que piense mi alrededor. No me interesa ya dar explicaciones de lo que siento y lo que digo. Lo que quiero hacer de mi vida, todo lo que quiero contigo...
Quiero vivir a tu lado. Quiero escurrirme entre tu cuerpo una y otra vez, quiero cansarme, extasiarme y después besarte tiernamente y recargarme sobre tu pecho.
Quiero tu corazón latiendo con el mío.
Quiero tu vida junto a la mía. Quiero agradecer todas las mañanas esas relaciones que no resultaron. Quiero agradecer haberte encontrado. Y esas veces que me lastimaron el corazón, las veces que te lastimaron. Y yo no sé si esto sea por siempre, pero algo sé... Esta forma de quererte es tan natural... Que me hace sentir que esto es lo que siempre debió ser. Me parece hasta absurda la pregunta de si me veo contigo a futuro, y es que me veo contigo hoy, un hoy que no quiero que termine nunca.
Es tan simple, tan fácil amarte. Y no creo que antes haya engañado, es sólo que antes tú no habías llegado.
Eres la persona que busqué, quizá sin darme cuenta, en otras más. Hasta que una noche me encontré con esa sonrisa coqueta, con esas dulces manos, esa luz que me da calma... Y sólo lo supe...
Sin importar lo que la sociedad opine, lo que los demás puedan o no aceptar, nadie entenderá lo feliz que me haces... Lo feliz que sólo tú me haces. Lo fácil que es la vida contigo, las noches mientras me besas en medio de un silencio romántico. Los abrazos que me exiges y lo fácil que se acopla tu cabeza sobre mi hombro. Las veces que cocinas algo para mí desde antes de comenzar el día, y el esfuerzo que demuestras día con día apostando todo a lo que vivimos. Jamás había sentido que alguien me amara tanto... Y jamás había amado tanto... Te quiero en mi vida porque desde antes de conocerte ya eras parte de ella...
Te vi y tan sólo supe que tú y yo nacimos para coincidir...
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